Asimismo, precisó que "no se generaron deudas postconcursales" y que la posición financiera de la empresa "se fortalece con el transcurso de los meses", un factor que considera de sustancial importancia al momento de la definición de la propuesta que presentará.
"En virtud de lo antedicho, nos encontramos dialogando y abiertos a seguir haciéndolo, con todas las partes involucradas en el proceso", concluye el texto.
Lo cierto es que, hasta septiembre, la empresa no tiene la obligación oficial de presentar una propuesta de pago. Ese mes vence el período para que la compañía y los acreedores lleguen a un acuerdo.
Así y todo, desde el entorno de la empresa ratifican que "no esperarán hasta ese entonces para negociar". Según pudo saber este medio, Vicentin impulsa un comité de reestructuración que "ya recibió una alta adhesión para las reuniones que se llevarán a cabo en las próximas semanas y se busca que la participación sea lo más masiva posible para encontrar una pronta salida".
"Ninguna decisión se puede tomar sin la participación de todas las partes intervinientes. La solución surgirá del consenso entre todos los interesados", expresaron fuentes allegadas a la agroexportadora en diálogo con El Cronista.
Este martes, el BNA, el principal acreedor financiero de la cerealera, con una deuda cercana a los u$s 300 millones, respaldó la iniciativa de rescate de la agroexportadora, que entró en default en diciembre de 2019 y aún no realizó una oferta formal para saldar su pasivo de u$s 1300 millones. Anticipó que está dispuesto a financiar a los autores de la propuesta, si la misma avanza.
Según la entidad, la iniciativa permitirá recuperar a la cerealera santafesina y reducir su millonaria deuda. "Es solo un puntapié inicial y hay que trabajar en los puntos específicos", expresó Eduardo Hecker, presidente del BNA.
Según los impulsores de la propuesta, se trata de "la única alternativa posible para poner en marcha a Vicentin, ya que, hasta ahora, la compañía se mostró esquiva a construir y aportar para hallar soluciones".
El plan consiste en capitalizar gran parte de las acreencias a través de la pérdida de participación de los accionistas actuales y desplazar al nuevo directorio, elegido en octubre de 2020 y conformado por primera vez por miembros externos a la familia, con el contador Omar Scarel como presidente, el ingeniero Daniel Foschiatti como vicepresidente y el letrado Estanislao Bougain como director.
También incluye el diseño de planes de pagos para aquellos que no deseen capitalizarse con quitas o esperas, y la generación de acuerdos con acreedores de granos para asegurar el abastecimiento y con los financieros para afianzar el capital de trabajo.
La iniciativa se presentó el pasado 25 de febrero y fue suscripta por más de 70 firmas agrícolas, que representan alrededor del 30% de la deuda granaria de la agroexportadora, con un monto superior a u$s 100 millones.
En los últimos días, logró adhesiones. La Bolsa de Comercio de Rosario, la Sociedad Gremial de Acopiadores de Granos y el Centro de Corredores de Cereales de Rosario apoyaron la iniciativa y coincidieron en que "el camino a abordar es el planteado por los acreedores".
En un comunicado, la Bolsa rosarina sostuvo que "toda solución consensuada y dentro del marco legal, que posibilite alcanzar una reestructuración de la empresa y superar su estado de insolvencia, permitiendo la continuidad de su actividad, constituirá una salida superadora a la alternativa de liquidación, desguace, enajenación de activos y distribución final, que conllevaría la quiebra de la empresa".
El Cronista – Agustina Devincenzi